Cómo debe dormir un recién nacido: posiciones y consejos para que duerma de forma segura

El sueño es un proceso evolutivo que empieza desde que el bebé está en el útero. Dormir bien es el resultado de una combinación de biología, apego y actitud, y como todo, se necesita crear una higiene del sueño para conseguir que este sea reparador. El sueño es esencial para el desarrollo, control de temperatura y tiene una función reparadora en el organismo, ya que restaura los procesos corporales y, sobre todo en el caso de los niños, ayuda a fijar aprendizajes.

Durante el primer año de vida del bebé, el sueño cambia y se adapta a las distintas etapas de crecimiento del bebé. Cada persona tiene unas necesidades específicas de horas y profundidad de sueño, y hay, de hecho, varios tipos de dormidores:

  • Dormidores cortos: necesitan pocas horas de sueño para rendir bien durante el día.
  • Dormidores largos: necesitan más horas de sueño
  • Dormidores alondra: necesitan acostarse y levantarse temprano.
  • Dormidores tipo búho: trasnochan y se levantan tarde.

Cuando llega la hora de dormir de tu bebé, puede que no sepas cuál es la posición correcta en la que debes colocarlo. Desde Gadis queremos darte algún consejo para que duerma de forma cómoda y segura. ¡Sigue leyendo!

La mejor posición para dormir de un recién nacido

Lo primero que tienes que saber es que existen 3 posiciones habituales: boca arriba (decúbito supino), de lado o boca abajo.

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La Asociación española de Pediatría, recomienda que la mejor posición para que un recién nacido duerma es boca arriba y se debe evitar colocarlo boca abajo siempre que sea posible. Te contamos un poco más sobre estas tres posturas:

Boca arriba

Esta posición es la recomendada por los expertos. Cuando colocas a tu bebé en esta posición, consigues mantener sus vías respiratorias libres y despejadas para que pueda respirar correctamente.

Boca abajo

Esta posición no está recomendada ya que cuando colocas al bebé boca abajo existe la posibilidad de obstruir las vías respiratorias y que no inhale la cantidad de oxígeno que necesita.

De lado

Esta posición puede ser una alternativa para que el bebé duerma en una posición diferente pero siempre que haya un adulto vigilándolo ya que podría girarse y colocarse boca abajo.

Consejos y pautas para que el bebé duerma de forma segura

Para que un bebé duerma de forma segura debes tener en cuenta algún que otro factor que no sea la posición.

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Tanto si optas por colechar (compartir cama con tu bebé), o duerme en su cunita, hay una serie de recomendaciones a tener en cuenta:

Usar un colchón plano y firme. Si utilizas un colchón blando, es posible que tu bebé se mueva él solo y acabe colocado en una postura que dificulte su descanso. Por eso es importante que en la cuna incorpores un colchón con la dureza adecuada para que descanse y duerma tranquilo y seguro.

Asegúrate de que la cuna está libre de objetos. Dejar libre su lugar de descanso es clave para evitar que ningún objeto o juguete pueda ocasionar asfixia u otro problema mientras duerme, ni tampoco utilizar reductores ni almohadas

No lo abrigues demasiado. A veces se puede pensar que el bebé pasa frío por la noche, pero es recomendable no abusar de mantas o colchas que puedan acabar cubriéndole la cabeza o aumentando de forma excesiva su temperatura corporal.

Empieza a crear una rutina. El objetivo es que relacione la noche con la hora de dormir y que acabe durmiéndose él solo con el tiempo. ¿Cómo hacerlo? Puedes crear rutinas de baño, cena, cepillado de dientes (si tienen) y cuento antes de ir a dormir, y así el bebé va asociando esos momentos a la hora de dormir. También puedes ayudarle a relajarse utilizando caricias, un pequeño masaje, cantándole una nana, etc.

Usa luz tenue o a oscuras y evita las pantallas. Estímulos fuertes como el uso de pantallas, luces encendidas o sonidos estridentes antes de acostarse pueden ocasionar que el bebé tarde más en conciliar el sueño, ya que se inhibe la secreción de melatonina que ayuda a dormir.

El sueño y la lactancia materna. La leche materna cambia algunas de sus propiedades por la noche para favorecer el sueño nocturno de los bebés y sus mamás, como pueden ser la prolactina y la melatonina, que actúan como inductores del sueño.

Colecho seguro

Compartir cama para dormir es una decisión de cada familia, incluso hay culturas, como la japonesa, en la que los niños y las niñas comparten cama con sus padres hasta los 5 o 6 años. Si optas por hacer colecho, es necesario hacerlo de forma segura, así que basándonos en las recomendaciones de Unicef y la Asociación Española de pediatría, os damos unas pautas:

  • No coleches si fumas. Los efectos perjudiciales del tabaco afectan a los bebés, incluso aunque no se fume delante de ellos.
  • No consumir alcohol, drogas o fármacos sedantes si vas a colechar.
  • Evita colechar en casos de cansancio extremo.
  • No compartir cama con hermanos pequeños ni mascotas durante el primer año de vida del bebé.
  • Evita colechar si el bebé es prematuro o de bajo peso al nacer, al menos hasta que el bebé tenga tres meses de edad corregida.

El sueño en las primeras edades del bebé

Cuando los más pequeños van creciendo, las horas de sueño se reducen. El sueño de los bebés evoluciona constantemente, y para los padres y madres puede parecer un camino larguísimo de recorrer.

Desde Bebé Gadis queremos que conozcas un poco más sobre el tiempo que tu bebé dedica al descanso para que puedas crear una rutina a medida que va creciendo.

De 0 a 4 meses

Un recién nacido no distingue entre el día y la noche, y se pasará la mayor parte del tiempo durmiendo y comiendo, ya que su estómago es pequeñito y necesita alimentarse frecuentemente. Pasan unas 17-18 horas durmiendo, pero esto puede variar de bebé a bebé. Además, el sueño en esta etapa es poco profundo y es difícil que duerman muchas horas seguidas.

De 4 meses a 8 meses

Poquito a poquito, el bebé irá distinguiendo el día de la noche, y a partir de los 4 meses suelen empezar a dormir más de noche que de día. Es en este momento, cuando reduce sus horas de sueño nocturno entorno a unas 12 horas, y se empiezan a espaciar durante el día.

Sin embargo, ¡eso no quiere decir que el bebé no se vaya a despertar por la noche para comer! Igual que la alimentación, el sueño en esta etapa es a demanda y el sueño sigue siendo muy ligero. Si tu bebé es de los que duerme toda la noche… ¡aprovecha!

De 8 meses en adelante

A partir de los 8 meses, más o menos, empieza el proceso de maduración del sueño, los bebés se despiertan y quieren comprobar que sus padres están cerca. Es algo natural y biológico. Durante el día, todavía necesitan pequeñas siestas, pero dependerá de la rutina de sueño que haya adquirido. Un pequeño consejo que puedes seguir para que tu bebé duerma las noches completas o casi, es mantenerlo activo durante el día.

Recuerda que cada bebé tiene su ritmo y si no logras crear una rutina, no te desesperes. Puedes recurrir a profesionales que te ayudarán a conseguir que el pequeño descanse y a que tú puedas hacerlo también.

Artículo escrito en colaboración con AGaEP, la Asociación Galega de Enfermaría Pediátrica.

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Primeros pasos de mi bebé: etapas, ejercicios y consejos

Uno de los momentos más esperados es cuando tu bebé empieza a dar sus primeros pasos. Es un gran hito en el que tu pequeño se encontrará con nuevos retos y queremos acompañarte en esta experiencia a través de consejos y recomendaciones que puedes aplicar.

¿Cuándo empieza mi bebé a caminar?

Sentimos decirte que no hay una fecha exacta, los bebés pueden empezar a dar sus primeros pasos cuando tienen entre 9 y 18 meses. Cada uno de ellos crece y se desarrolla a su ritmo, así que, no te preocupes si tu pequeño tarda más o menos que otro.

El instante en el que el bebé decide empezar a caminar suele estar condicionado por una serie de factores como:

  • El estado físico en el que se encuentra, la fuerza que ya ha desarrollado.
  • Las inquietudes que él tenga, el nivel de curiosidad que muestre hacia el mundo que lo rodea.
  • El espacio del que dispone para poder moverse.

Existen señales que indican que el bebé está preparado para empezar a dar sus primeros pasos. Te indicamos algunas de ellas:

Momento previo a los primeros pasos del bebé

No hay una guía donde se muestre qué hacen todos los bebés antes de caminar. Cada uno de ellos pasará por las etapas que necesite como reptar o gatear antes de ponerse a caminar por todos lados. Es posible reconocer algunos movimientos que puede que tu bebé realice cuando se vea preparado.

Reptar. Cuando tu bebé ya ha pasado el “momento juegos” boca arriba, querrá estar tumbado mirando hacia el suelo. En esta posición lo que intentará será levantar la cabeza y las piernas, aprenderá a coordinar brazos y piernas, aumentando así su fuerza y fortaleciendo su columna vertebral.

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Gatear. El gateo es una fase por la que no todos los bebés pasan. Cada bebé elige el camino que le resulta más fácil hasta llegar a mantenerse de pie. Además, hay que tener en cuenta que no existe un único modo de gatear, y que cualquier tipo de gateo es beneficioso.

El gateo proporciona una serie de ventajas:

  • Mejora la percepción visual espacial.
  • Mejora el equilibrio.
  • Favorece la estabilidad articular.
  • Hay bebés que comienzan a desarrollar el proceso de lateralización.
  • Desarrolla el patrón cruzado, que permite el desplazamiento corporal organizado.

Por otro lado, no hay problema si tu hijo/a no gatea. El desarrollo es un proceso variable y no todas sus etapas son obligatorias. Si no gatea y pasa a andar directamente, no va a tener ningún tipo de retraso psicomotor ni lesiones futuras.

Por lo tanto, no es necesario obligar a gatear ni sufrir porque nuestro bebé no lo haga, pero ¡ojo! Sí debe tener la oportunidad de hacerlo. Es muy importante que los bebés hagan mucha vida en el suelo y que puedan experimentar y desarrollar el movimiento libre.

Marcha. Existen dos tipos de marchas, la asistida y la independiente. Cuando hablamos de la marcha asistida el bebé precisa tu atención, quiere sujetarse a cosas que encuentre a su alrededor o incluso avanzar con tu ayuda. Y en el caso de la marcha independiente, el pequeño empezará a dar pequeños pasos hasta mejorar su técnica.

Es habitual también que, antes de empezar con las marchas, aprendan a levantarse y a sentarse ellos solos y, sobre todo, a desarrollar el equilibrio manteniéndose de pie apoyados en algún elemento que los rodee.

Cómo elegir el mejor calzado para tu bebé

Los bebés no necesitan zapatos para andar, de hecho, siempre que sea posible, deben estar descalzos, para desarrollar su pisada, mejorar su estabilidad y estimular la propiocepción, que es la capacidad que tiene el cebero de saber en qué posición se encuentra cada parte de nuestro cuerpo.

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El calzado, una vez que los bebés tienen marcha estable, debe tener una serie de características básicas para que respete la marcha.

  • Horma anatómica, para que los deditos tengan espacio para moverse en el zapato.
  • Suela flexible, para que el pie dirija al zapato y no al revés.
  • Suela fina, con contacto directo con el suelo.
  • No tener contrafuerte detrás, para así dejar el tobillo libre.
  • Plantilla extraíble y sin arco.
  • No drop! Misma altura del zapato en la puntera que en el talón.
  • Transpirable, flexible y adaptado al pie.
  • Fáciles de poner y quitar.

Todas estas características, por supuesto, son para niños sin patologías, y se requiere siempre de valoración por parte de un profesional.

7 Consejos para ayudar a tu bebé en sus primeros pasos

Desde Gadis queremos acompañarte para disfrutar al máximo la experiencia de los primeros pasos de tu bebé y para ello te contamos 7 consejos que te pueden ayudar:

  1. No hay prisa. Es importante no apurar al bebé. Como acabamos de ver hay diferentes fases por las que puede ir pasando y es importante que las consolide. En estas etapas el bebé irá fortaleciéndose, ganando confianza y entendiendo poco a poco los movimientos que realiza. Antes o después empezará a mostrar interés por moverse.
  2. Interactúa y conecta con tu bebé. Los primeros pasos de tu bebé son una etapa muy bonita que, si puedes, debes intentar disfrutar junto a él. Interactúa, juega, muévete… lo pasaréis muy bien juntos y, además, el bebé se sentirá más confiado si tú estás cerca.
  3. Descalzo mejor. Siempre que sea posible se recomienda que los bebés y niños caminen descalzos. Si los primeros pasos son en casa (o sobre un terreno cómodo y no frío), será mucho más beneficioso para su salud podal que sean sin zapatos, para mejorar la movilidad y fortalecer todos los músculos del pie.
  4. Evita los peligros. Vigila todo lo que empezará a estar a su disposición. Todo le llamará la atención y todo será un nuevo atractivo para él, por ello es preferible que no quede nada a su alcance que pueda ser un riesgo. Además, deberás estar pendiente de otros detalles como puertas, cajones…
  5. Amóldate a su rango de visión y movilidad. Cuando necesite ayuda porque se ha caído o necesita un punto de apoyo, lo más recomendable es agacharse y amoldarse a su altura, para que no tenga que realizar un sobresfuerzo levantando los brazos para llegar a ti.
  6. El uso de andadores está desaconsejado. Se desaconseja el uso de andadores, ya que aumentan las posibilidades de caída y fomentan una postura corporal que no es la correcta para los bebés.
  7. Probando diferentes sensaciones. Cuando ya se haya lanzado a dar los primeros pasos es recomendable que pruebe diferentes terrenos: campo, arena, alfombras… todo ayudará a mejorar su sensibilidad y experiencia.

 Por último, recuerda que habrá caídas y tropiezos, pero es parte del aprendizaje. Por eso es muy importante no alterarse cuando se produzca alguna caída, para que el bebé no tenga miedo la próxima vez que lo intente.

Estos son consejos que pueden ayudarte a ti y a tu bebé a que dé sus primeros pasos, pero recuerda que será él quien marque el ritmo.

Artículo escrito en colaboración con AGaEP, la Asociación Galega de Enfermaría Pediátrica.

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